El aire acondicionado no solamente es un elemento que nos permite mantener una temperatura agradable en hogares y oficinas, sino que también juega un papel fundamental en la calidad del aire que respiramos. Los filtros del aire acondicionado son una parte muy importante de los sistemas de climatización, puesto que son cruciales para la salud y para mantener el confort. Te explicamos el funcionamiento de los filtros en un aire acondicionado, sus tipos y los beneficios que aportan para la calidad del aire.
¿Cómo funcionan los filtros en el aire acondicionado?
Un filtro es el responsable de eliminar partículas de polvo, de suciedad, bacterias e incluso pelo de animales. Todos estos elementos son contaminantes del aire y se distribuyen por todos los espacios de una casa. Los filtros no solamente ayudan a mantener el ambiente más limpio, sino que también mejoran la eficiencia del sistema, puesto que evitan que los conductos y los componentes del aire se obstruyan.
Cuando el aire acondicionado coge aire del espacio, este se dirige al filtro, que actúa, tal como indica su nombre, de mecanismo de filtración. Por lo tanto, atrapan las partículas suspendidas, permitiendo que solamente el aire limpio sea expulsado hacia la habitación. Sin un filtro adecuado, el sistema puede perder eficiencia y, además, puede contribuir en la propagación de alérgenos y contaminantes.

Beneficios de los filtros en un aire acondicionado
El funcionamiento de los filtros en el aire acondicionado es fundamental para garantizar ciertos beneficios a la instalación:
Mejora la calidad del aire: Un aire limpio es esencial para mantener un ambiente saludable y confortable. Los filtros ayudan a eliminar partículas de polvo, polen, bacterias, hongos y alergenos, por lo que contribuyen a mejorar la calidad del aire interior. Esto es fundamental para las personas con alergias o problemas respiratorios, tales como el asma.
Protege los componentes del aire acondicionado: El filtro evita que partículas pequeñas de suciedad entren en los mecanismos del sistema, como el compresor o el evaporador, lo que previene el desgaste y aumenta la vida útil del aparato.
Ahorro de energía: Cuando el filtro está limpio, el aire fluye sin obstáculos, lo que permite que el sistema de aire acondicionado funcione de manera más eficiente. En cambio, si el filtro está sucio, el aire no circula correctamente y obliga al aire acondicionado a trabajar más para alcanzar la temperatura deseada, aumentando el consumo de energía que repercute en las facturas.
Previene malos olores: Los filtros también ayudan a captar partículas que pueden generar males olores. En ambientes húmedos o mal ventilados, los filtros ayudan a eliminar el moho y los olores que causa la acumulación de humedad.
Tipos de filtros en un aire acondicionado
Existen diferentes tipos de filtros para aires acondicionados, cada uno de ellos diseñado para ofrecer diferentes soluciones. A continuación, te explicamos los más comunes:
Filtros de fibra de vidrio: Son los más comunes en el sector doméstico. Están compuestos por una capa de fibras que atrapan partículas grandes de polvo y suciedad. Son económicos pero no tan efectivos para atrapar partículas más pequeñas o alérgenos.
Filtros de carbón activado: Son ideales para eliminar olores y gases en el aire. Estos cuentan con una capa de carbón que actúa como un absorbente, capturando compuestos orgánicos volátiles (COV) y otros contaminantes en el aire, lo que ayudan a mejorar la calidad del aire interior. Son muy útiles en áreas con contaminación el aire para aquellas personas que tienen sensibilidad a los olores.
Filtros HEPA (High Efficiency Particulate Air): Estos filtros son de los más avanzados y eficaces que hay en el mercado. Pueden capturar hasta un 99,7% de las partículas de hasta 0.3 micrones, lo que incluye polvo, polen, esporas de moho, bacterias o alergenos. Son ideales para aquellos que sufren de alergias o asma, ya que proporcionan un ambiente más limpio y saludable.
Filtros de ionización: Los filtros de ionización cargan las partículas en el aire, lo que las hace adherirse a las superficies del filtro. Estos son muy efectivos para capturar polvo, pelos de mascota… Algunos también ofrecen la opción de generar iones negativos, que pueden mejorar la calidad del aire y reducir los efectos de la contaminación del aire.
Filtros de malla lavables: Este tipo de filtro son una opción ecológica, ya que pueden limpiarse y reutilizarse varias veces. Aunque no son tan eficaces, son adecuados para capturar partículas de mayor tamaño. Son populares en sistemas de climatización de bajo costo y fácil mantenimiento.
Filtros de alta densidad o media eficiencia: Ofrecen un equilibrio entre la filtración de partículas grandes y pequeñas. Son más efectivos que los filtros de fibra de vidrio tradicionales, pero no tan avanzados como los HEPA. Son ideales para hogares con un nivel moderado de partículas.

Mantenimiento de los filtros de aire acondicionado
Para asegurar un correcto funcionamiento del aire acondicionado, es esencial realizar un mantenimiento regular de los filtros. Estos deben limpiarse o reemplazarse según las recomendaciones del fabricante y técnicos. Generalmente, varían entre cada 1 a 3 meses, dependiendo del tipo de filtro y las condiciones del entorno.
Un filtro sucio puede significar un menor trabajo del equipo, un aumento en los costes de energía y un mantenimiento del hogar más inestable.
Los filtros en los sistemas de aire acondicionado no solamente sirven para enfriar o calentar el aire, sino que también desempeñan un papel vital en la calidad del aire y la eficiencia energética del hogar. Conocer el funcionamiento de los filtros en los aires acondicionados y los tipos existentes es fundamental para garantizar un correcto mantenimiento y un funcionamiento óptimo.