Aunque no se le dé la suficiente visibilidad, el baño es una de las estancias más importantes de nuestra vivienda, puesto que es una de las habitaciones que más debemos cuidar para sentirnos cómodos. Por ello, y aportando la importancia que se merece, hoy hablaremos del suelo radiante en baños, ¿es una buena opción apostar por esta opción?
La calefacción por suelo radiante se ha convertido en una alternativa cada vez más popular, tanto para habitaciones y sala de estar, como en baño y cocina. Además, el precio del suelo radiante se ha estabilizado, por lo que se utiliza de forma más habitual, aportando todas sus ventajas a los hogares. Este tipo de instalación es comúnmente utilizada en obras nuevas como en rehabilitaciones o reformas integrales.
Ventajas del suelo radiante
El suelo radiante aporta múltiples ventajas, entre ellas:
- Calentamos la casa y las estancias de manera uniforme: En el caso del suelo radiante el calor se reparte de igual forma por las habitaciones por lo que aporta más confort en el hogar.
- Evita corrientes de aire: Al repartir su calor a través del suelo, no se crean corrientes de aire que pueden ser molestas.
- Uso en cualquier tipo de suelo: El suelo radiante puede utilizarse en cualquier tipo de suelo, aunque se recomiendan los de cerámica o mármol.
- No ocupa espacio: El suelo radiante se forma a través de las tuberías que se colocan debajo del suelo visible, por lo que no ocupan espacio en ninguna de las estancias.
- Sistemas seguros: Sobre todo para niños, estos sistemas no causan ningún peligro.
- No mueven polvo ni generan olores: Lo que ocurre con otros sistemas de calefacción es que, cuando mueven el aire se mueven las partículas de polvo, creando alergias,
- Revalorización del hogar: Contar con este sistema alza el valor del hogar en caso de querer venderlo.
¿Qué sistema de suelo radiante instalar en el baño?
Una vez repasadas las ventajas de este tipo de sistema, es importante saber cuáles son las opciones que tenemos disponibles a la hora de instalar el suelo radiante en la zona del baño. Entre ellos, podemos destacar dos:
- Suelo radiante hidráulico: Este tipo de suelo radiante funciona con un sistema de tuberías que se encargan de distribuir el agua caliente a lo largo de toda la estancia.
- Suelo radiante eléctrico: en este el sistema funciona con electricidad, lo que permite que la instalación sea más sencilla y la más elegida por muchos de los consumidores.
La instalación del suelo radiante es una alterativa económica, aunque, el sistema eléctrico presenta alguna ventaja más en diferencia con el hidráulico.
En primer lugar, podemos destacar que la instalación del suelo eléctrico es más sencilla y flexible. Es habitual que, en obras de rehabilitación, se puedan encontrar obstáculos, con el hilo radiante eléctrico se puede maniobrar de forma más fácil, aunque también se utiliza en baños de obra nueva.
Además, esta instalación tiene un coste menor, convirtiéndose en una alternativa muy buscada y valorada positivamente en relación con su calidad-precio. Así, podemos confirmar que la elección de suelo radiante en baños, es una buena opción.
Ahorro a largo plazo
Aunque el coste inicial de la instalación es elevado, la inversión merece la pana, puesto que el ahorro en calefacción a largo plazo es muy superior. Conocido por su gran eficiencia energética, el suelo radiante, requiere menos energía para mantener una temperatura estable garantizando el confort.
Los sistemas de suelo radiante operan con mayor eficiencia. Mientras que los sistemas tradicionales como radiadores requieren temperaturas de agua de 80 /85ºC, consumiendo mucha energía, el suelo radiante funciona a temperaturas de entre 30 /45ºC, lo que significa una gran diferencia en el ahorro energético, de aproximadamente un 10% o 20%.
En resumen, la instalación de suelo radiante en baños es totalmente válida, una buena opción puesto que, además de ayudar a revalorizar la vivienda, aporta un mayor nivel de confort en la estancia. Es importante destacar que el suelo eléctrico es el mejor sistema para lograrlo.