Las calderas de biomasa son aquellas que utilizan materiales naturales como pellet, huesos de aceitunas, cascaras de frutos secos… con el objetivo de generar calor en un hogar, tanto por radiadores, suelo radiante y agua caliente sanitaria. Este tipo de calderas son las más ecológicas del mercado, puesto que la combustión se lleva a cabo a través del uso de materiales naturales. Por lo tanto, son varias las ventajas de las calderas de biomasa.
Como cualquier otra caldera, su funcionamiento se basa en quemar el combustible, generando una llama horizontal que entra en la caldera. El calor que se genera durante la combustión se transmite al circuito de agua, obteniendo también Agua Caliente Sanitaria.
Es común confundir las calderas de biomasa con las estufas de pellets, pero, aunque las dos utilizan el mismo tipo de combustible las estufas no suelen contar con grandes potencias (sobre unos 10 kW) por lo que habitualmente son utilizadas a nivel doméstico. Las calderas, en cambio, cuentan con aplicaciones que pueden ser tanto industriales como domésticas (potencias de entre 12 kW y 500 kW). Pero eso no es todo, las calderas de biomasa, además, pueden instalarse en cascada, sumando las potencias con el objetivo de proporcionar calefacción y agua caliente en hoteles, edificios públicos, residencias… por lo que es una opción ideal para los entornos rurales.
Es importante destacar que en una caldera de biomasa se puede instalar un acumulador que almacena el calor generado y no gastado.
¿Qué necesita una caldera de biomasa?
Para el funcionamiento de una caldera de biomasa es necesario contar con un tanque o contenedor donde se almacena el combustible. Este debe estar situado cerca de la caldera y, con un alimentador se dirige el combustible desde el contenedor hacia la caldera. Para su correcta introducción, el combustible debe situarse con una inclinación de unos 45º. Al quemar el combustible se genera ceniza que se recoge de manera automática en el cenicero y que debe vaciarse.
Tipos de calderas de biomasa
Para escoger la caldera apropiada hay que tener en cuenta el tipo de biomasa que utilizaremos. Hay calderas que permiten quemar distintos tipos de combustible, llamadas calderas de policombustible, mientras que otras solamente pueden quemar un determinado tipo de combustible, como, por ejemplo, las calderas de pellet. En caso de las policombustibles, evidentemente, requieren mayor espacio de almacenamiento, ya que son más grandes y aportan más potencia, por lo que son perfectas para usos industriales.
¿Cuál es el precio de una caldera de biomasa?
El precio de una caldera de biomasa variará dependiendo de muchos factores como su funcionalidad (solo calefacción o con depósito de Agua Caliente Sanitaria) si admite diferentes tipos de combustibles, si son automáticas o si se pueden programar, su autonomía y vida útil o su facilidad de limpieza. La potencia y la medida de la caldera también es determinante para el precio.
Ventajas de instalar una caldera de biomasa
Para instalar una caldera de biomasa es viable aprovechar las tuberías de la calefacción central y el acumulador de agua caliente ya existentes, siempre que se encuentren en un buen estado. Algunas de las ventajas de las calderas de biomasa son las siguientes:
- El precio: Los combustibles utilizados son más económicos y además su precio es más estable. Por lo que la instalación de una caldera de este tipo aporta rentabilidad económica.
- Tecnología segura: Este tipo de calderas utilizan una tecnología avanzada y segura, además de tener un mantenimiento más sencillo.
- Energía limpia: La quema de biomasa emite un Co2 nutro debido a su procedencia natural. Además, la extracción de la biomasa ayuda a limpiar los espacios naturales.
- Instalación sencilla: Sea cual sea el combustible, su instalación es rápida y sencilla.
- Eficiencia: La eficiencia energética de una caldera de biomasa es superior a las calderas tradicionales.
Como punto negativo, podríamos destacar que una caldera de este tipo necesita un mayor espacio, puesto que debe contar con un silo de almacenaje de pellet o hueso de aceitunas.
Así pues, las ventajas de las calderas de biomasa al instalarlas son varias. El rendimiento se encuentra entre el 75% y el 90%, es decir, del total de energía que aporta el combustible, esos porcentajes son los que se aprovechan. El resto se gasta en forma de humo.